lunes, 23 de febrero de 2015

Si no duele, no cura



En esta oportunidad queremos hablar un poco del mito de “si no duele, no cura”; es decir, el pensamiento que tienen algunas personas (incluso profesionales de la salud) de que para que la fisioterapia sea efectiva tiene que ser intensa y tiene que doler.

Los profesionales siempre encuentran pacientes que piensan que “si duele es porque se está curando”, y te animan a que les movilices con más ímpetu, presiones más fuerte o les sometas a más carga de trabajo. Parece que piensan que la intensidad del esfuerzo, medida por la molestia o dolor que provoca, puede estar directamente relacionado con el beneficio que se consiga. Está claro que esto es un gran error, un mito que hay que desterrar.





Tenemos que decir que este mito afecta a personas de todas, o casi todas, las edades. Esos pacientes a los que les tienes que repetir varias veces que te vaya informando de si le duele una maniobra, que avisen cuándo aparece el dolor y lo describan… Y lo que ves es que están callados, soportando el dolor, pensando que así la recuperación es mejor.

Esos pacientes (y también profesionales sanitarios) que se quedan contentos después de una dolorosa sesión de ejercicio, masaje, movilizaciones, tratamiento… porque más dolor es más beneficio. Error, error grave, que puede llevar a muchas personas a tener miedo de la sesión de tratamiento, a rechazar el contacto, a pensar que cualquiera que le toque le va a generar dolor y no le va a ayudar.

Por el contrario, se debe buscar la comodidad del paciente, movilizaciones y técnicas agradables, utilizando el dolor dentro de la sesión únicamente de forma controlada, muy específica, cuando no hubiera más remedio que emplear técnicas invasivas.

Esto no quiere decir que la fisioterapia no provoque dolor, sino que no debemos usar el dolor como medidor de la intensidad o la bondad de la sesión. Terminar dolorido no significa haber trabajado bien o con la intensidad adecuada, del mismo modo que terminar con muchas dolencias posteriores no indica haber hecho bien el ejercicio.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Año nuevo, ¿ Actividad física nueva ?

Para los que no son deportistas, empezar a hacer ejercicio es una muy buena idea. Para los ya deportistas, probar otro tipo de ejercicios, salir de la zona de confort y buscar nuevos retos, puede ser también muy positivo. Incluso cambiar de deporte o tipo de ejercicio puede ser muy interesante en personas con una lesión, tal vez así encuentren la forma de seguir haciendo ejercicio si tienen problemas para su deporte habitual.

Por ejemplo, en personas con sobrepeso o con problemas en las piernas, correr puede que esté muy de moda, pero no es el ejercicio más adecuado. Otras actividad, como andar en bicicleta, pueden ser muy positivas. También actividades como la caminata pueden ser accesibles y beneficiosas.




La natación y la actividad en pileta (guiada por profesionales especializados) son también muy recomendables para personas con problemas de espalda, o que no deban hacer ejercicio de impacto. Para los días de buen tiempo, actividades acuáticas al aire libre también son una opción. Salir en kayak es asequible para personas de un amplio rango de edad; trabajan principalmente los miembros superiores y el tronco, por lo que es una actividad adecuada para personas con problemas o lesiones en las rodillas o piernas. En esta tienda nos hacemos una idea de que este tipo de actividad requiere más material, al igual que otras como buceo, windsurf o kite surf, aunque siempre es posible alquilar el equipo en lugares donde se oferte este tipo de actividades.

El gimnasio también puede ser un lugar donde encontrar nuevos retos, acudiendo a clases o realizando actividades diferentes a las que suelas hacer. Puede ser una ayuda para personas que necesiten realizar ejercicio para mejorar su salud, pero siempre contando con la ayuda de profesionales cualificados.

En definitiva, es interesante ponerse retos y probar nuevos deportes o actividades físicas que no solamos hacer. Puede ser una forma de encontrar nuevos retos, pero también, para aquellas personas que sufren una lesión, puede ser una manera de encontrar un ejercicio que les resulte beneficioso y que puedan practicar sin miedo, buscando tanto la diversión como el bienestar físico y mental.